A lo largo de mi vida he cambiado muchas veces de colegio, preescolar en uno, primaria en dos y la ESO en otros dos institutos.
Esto, junto con mi forma de ser me ha llevado a ser muy amigable. Pero, que es la amistad?
Yo conozco a mucha gente, me encanta conocer gente y que me conozcan, pero como bien acabas de leer, son conocidos.
Una vez que pasa el tiempo, ves que de esos conocidos has hecho un grupo, dos o tres de amigos. Tus compañeros de clase, los de tu barrio, los amigos de tu pueblo, etc. Pero aun así, yo no creo que esto sea amistad. Esto es confianza y respeto.
La amistad surge cuando de esos grupos de amigos, sientes mayor afinidad con una persona, os contáis cosas, se crea una mayor confianza, compartis opiniones y críticas.
Ahora estamos hablando de amistad.
Aún así, la amistad, los mejores amigos, si que existen. Y pueden aparecer de la nada, gente con la que no has hablado nunca y en unos meses ya ha estado en tu casa comiendo mil veces, habéis hecho el gañán, y sobre todo y lo mas importante, no tienes miedo a la respuestas que te de ante cualquier cosa que le cuentes.
Esto va mas allá de la confianza y del respeto...simplemente es como si os conocierais de siempre y supierais todo el uno del otro.
Es por eso que yo doy gracias a ser tan extrovertido, gracias a esto he conocido a muchísima gente encantadora y he ganado muchos amigos.
Gracias.
Os doy la bienvenida a mi blog, aquí encontraréis como veo yo la vida, mi forma de pensar y actuar ante distintas situaciones y cómo no. De como me imagino un montón de mundos y cómo indago en las mentes de personajes que representan parte de mí.
sábado, 21 de abril de 2012
martes, 3 de abril de 2012
Ser rechazado
Ante todo somos personas...no?
¿Qué es lo que de verdad queremos? ¿Qué es aquello que nos preocupa?
Y lo mas intrigante aún, ¿A qué le tememos?
A lo largo de la vida se adquieren muchas experiencias, se aprende de errores, se crece y sabemos que hacer si esos viejos casos se repiten.
Pero siempre tendremos miedos...Siempre tendremos miedo a una simple reacción: al rechazo, al fracaso.
Siempre tendremos miedo a ser rechazados por la persona que nos gusta, por la decisión que tomemos, por introducirnos en un nuevo grupo de amigos, de exhibir nuestra opinión y que la gente no este de acuerdo, miedo a no triunfar.
Es por eso, que la persona que supera por un momento ese miedo y se atreve a decirle por ejemplo a la persona que le gusta o le ha gustado lo que siente, merece un gran respeto. Sea cual sea la respuesta esa persona se ha atrevido a hablar, y es bien sabido que quien no se arriesga no gana. Aunque quien no arriesga no pierde.
Por lo que, ¿A caso debemos de decir lo que sentimos sin temor a la respuesta?
Yo digo un claro y rotundo Sí.
El cuándo está en tu mano. Pero no esperes mucho, porque las oportunidades son efímeras, al igual que la valentía que se necesita.
¿Qué es lo que de verdad queremos? ¿Qué es aquello que nos preocupa?
Y lo mas intrigante aún, ¿A qué le tememos?
A lo largo de la vida se adquieren muchas experiencias, se aprende de errores, se crece y sabemos que hacer si esos viejos casos se repiten.
Pero siempre tendremos miedos...Siempre tendremos miedo a una simple reacción: al rechazo, al fracaso.
Siempre tendremos miedo a ser rechazados por la persona que nos gusta, por la decisión que tomemos, por introducirnos en un nuevo grupo de amigos, de exhibir nuestra opinión y que la gente no este de acuerdo, miedo a no triunfar.
Es por eso, que la persona que supera por un momento ese miedo y se atreve a decirle por ejemplo a la persona que le gusta o le ha gustado lo que siente, merece un gran respeto. Sea cual sea la respuesta esa persona se ha atrevido a hablar, y es bien sabido que quien no se arriesga no gana. Aunque quien no arriesga no pierde.
Por lo que, ¿A caso debemos de decir lo que sentimos sin temor a la respuesta?
Yo digo un claro y rotundo Sí.
El cuándo está en tu mano. Pero no esperes mucho, porque las oportunidades son efímeras, al igual que la valentía que se necesita.
domingo, 1 de abril de 2012
Pequeños Detalles
Cómo la más alta torre cayó por el peso de una pluma...
Cuando todo me va bien y creo que voy tomando las decisiones correctas, que tengo la suerte de mi lado y que no hay nada de que preocuparse, algo cambia repentinamente.
Ahora todo se vuelve una situación caótica, donde el menor de tus pensamientos crea teorías abstractas.
Y una vez más se hacen dueño de tu cabeza recuerdos pasados e imaginaciones futuras.
Sabes qué decisión es la correcta, cuál es la mas adecuada. Pero no es la que quieres tomar. Porque, sí, a largo plazo será mejor. Pero tu quieres vivir ahora, quieres hacer lo que te guste y vivir lo que sientes.
Sabes que es algo que tienes que decir tarde o temprano pero no te atreves a decirlo porque la balanza no se desplaza del todo a uno de los dos lados, así que esperas a que se venza para saber que no te has equivocado.
Es por eso que poco a poco nuestros pensamientos, actos, decisiones y momentos que vivimos, forman los pequeños ladrillos del día a día, que dan lugar a esa torre que tiene tu nombre por bandera.
Hasta que finalmente el más pequeño detalle pone en duda todo aquello en lo que creías, te abre nuevas puertas y te confunde.
Es así como la más ligera pluma, es capaz de derrumbar la más alta torre.
Cuando todo me va bien y creo que voy tomando las decisiones correctas, que tengo la suerte de mi lado y que no hay nada de que preocuparse, algo cambia repentinamente.
Ahora todo se vuelve una situación caótica, donde el menor de tus pensamientos crea teorías abstractas.
Y una vez más se hacen dueño de tu cabeza recuerdos pasados e imaginaciones futuras.
Sabes qué decisión es la correcta, cuál es la mas adecuada. Pero no es la que quieres tomar. Porque, sí, a largo plazo será mejor. Pero tu quieres vivir ahora, quieres hacer lo que te guste y vivir lo que sientes.
Sabes que es algo que tienes que decir tarde o temprano pero no te atreves a decirlo porque la balanza no se desplaza del todo a uno de los dos lados, así que esperas a que se venza para saber que no te has equivocado.
Es por eso que poco a poco nuestros pensamientos, actos, decisiones y momentos que vivimos, forman los pequeños ladrillos del día a día, que dan lugar a esa torre que tiene tu nombre por bandera.
Hasta que finalmente el más pequeño detalle pone en duda todo aquello en lo que creías, te abre nuevas puertas y te confunde.
Es así como la más ligera pluma, es capaz de derrumbar la más alta torre.
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