Páginas

viernes, 21 de junio de 2013

Heartstorming

La tormenta llega tras la calma.

Siempre hay buenas rachas y malas rachas. Grandes comienzos y grandes finales.
Saber que en cualquier momento todo puede estropearse no es lo que se busca. Buscas la felicidad y la alegría. No intentas luchar por lo que quieres para que al final se derrumben tus ideales.
Cuando llevas una ilusión dentro y sientes que todo da igual, te ciegas tú solo. Pero realmente no te importa. No te importa lo que piensen los demás, no te importa lo que digan los demás, no te guías por la opinión de los demás, te mueves y actúas como realmente quieres, sin reprimirte y sin arrepentirte. 


Si lo haces mal que así sea pero que nadie diga que no lo intentaste. 
Todo tiene un por qué y si se enfadan es porque les importas.
Si se entristecen es porque les importas más aún.
Si lloran es porque no hay otro pensamiento en su cabeza.
Si muestran indiferencia es que no vale la pena.
Si expresan melancolía... Melancolía es el disfraz de la tristeza para quien no puede verte.


Cuando ves venir que algo malo puede haber o cuando simplemente crees que aparecerá. Cuando te convences a ti mismo de que algo malo viene detrás, no te das cuenta de que no estas siendo tu mismo. No ves que quizás quien vaya a aportar ese mal grano de arena seas tú y no la otra persona, por el simple hecho de no entregarte como eres (aunque no seas consciente de ello).
Pero aún en las malas, párate y piensa en quién está contigo cuando estás triste o enfadado. Incluso párate a pensar si con quién estés triste, decepcionado o molesto sigue estando contigo.
Párate y mira hacia atrás, contempla todo lo que has podido ser y lo que eres, mira atrás y aprende de lo que has hecho. No te arrepientas por lo que has hecho, sino de lo que pudiste haber hecho.
Si alguna vez te arrepientes de algo que hiciste, es porque no lo hiciste de verdad, no lo hiciste siendo tú y poniendo tu empeño.
Mirar hacia atrás no es vivir por el pasado. Mirar atrás es vivir con el pasado para mejorar el presente. 

Atrévete y arriésgate, nunca sabes lo que puede pasar cuando es tu cuerpo quien mueve tu cabeza o cuando tu corazón guía tus movimientos.
Aunque eso sí, no es lo mismo que tu corazón gobierne a que tus vísceras lo hagan. Las pasiones son la esencia de las oportunidades, al igual que los impulsos su peor enemigo.
Disfruta de lo que tienes, vive por lo que quieres, sueña por lo que deseas.

-Sweet Summer-

Siento que no haya nada claro en lo que escribo y sean pequeñas ideas sueltas, pero cuando te paras a escribir y hay mucho de lo que quisieras hablar, se hace difícil centrarte en una sola cosa.
Espero que os guste y os deseo un feliz verano a todos.

miércoles, 5 de junio de 2013

El Señor Tiempo

Tiempo es el señor que nos gobierna.
Tiempo es el señor que nos guía.
Tiempo es el señor que nos dice que hacer.
Tiempo es el señor que nos amedrenta.
Tiempo es el señor que nos divierte.

Te lo estas pasando bien y el tiempo a tu alrededor parece que se hubiera acelerado, un simple pestañeo son minutos en el reloj de tu vida. Cuanto menos prestamos atención al tiempo más rápido él avanza. Y es una pena no poder dejar de prestarle atención para siempre. Porque cuando te das cuenta del tiempo que ha pasado te arrepientes de que haya sido tan raudo. Y es que vivimos a merced del tiempo.

Cuando la tarea es tediosa por el contrario el tiempo se alarga, todo va a cámara lenta, te da tiempo a fijarte en los más nimios y singulares detalles de cada instante, a los que estando entretenido, pensativo o centrado en cualquier otra cosa, jamás prestarías atención. 
Te fijas en cómo van vestidos tus compañeros de clase, en lo bueno que hace fuera, en lo que dice tu profesor, en lo que dan en la tele, en tus apuntes, en cualquier mancha de la pared. Miras al reloj y a penas han pasado cinco minutos, a continuación, suspiras y vuelves con la rutina, te fijas en todo, miras el reloj ansiando que hayan pasado al menos un par de horas y lo único que has conseguido es que la manecilla larga del reloj se deslice 2 rayitas. Vivimos a merced del tiempo.

Pero la peor sensación que el Señor Tiempo nos logra imponer es aquella de ser incapaces de alcanzarle. De no tener tiempo, de sentir que se acaba y que no has hecho lo que querías, de ver que tienes tiempo pero no sabes que hacer con el. A veces es tan efímero que se escapa entre nuestros dedos y otras veces es tan grande que se nos hace imposible abarcarlo. 
Luchamos contra el tiempo porque no queremos vivir a su merced. El tiempo es Pasado, Presente y Futuro. El tiempo nos hace pensar en qué será, nos hace ver qué fuimos y nos obliga a ver quién somos. 
No hay nada peor que vivir a merced del tiempo, vivir en lo que fuiste, perderte lo que vives y olvidar qué vivirás. 

-Oh! Señor Tiempo, si no existieras cuantas cosas haría. Nada más que una, vivir. Viviría una sola anécdota, una sola historia, un sólo momento. 
-Oh! Señor Tiempo, si no existieras en qué poco pensaría. Ni en qué he sido, ni en qué seré. Simplemente sería.
-Oh! Señor Tiempo, qué feliz soy cuando por un momento me hace olvidar tu existencia.

Siento haber estado ausente tanto tiempo, doy la bienvenida al mes de Junio con esta enrevesada entrada. Espero que os guste y gracias por leerlo.