Páginas

miércoles, 6 de febrero de 2019

Realidad Alternativa

Imagina tener la capacidad de enmendar todos tus errores, de poder volver atrás en el tiempo siempre que quisieras. ¿Cuántas novelas tratan sobre ello, sobre el efecto mariposa, las líneas temporales, los desdichados y variopintos desenlaces, de las posibilidades? ¿Cuántas películas o series han coqueteado con la dulce posibilidad de manejar el tiempo?

Pues yo puedo hacerlo. Puedo volver atrás en el tiempo, cambiar lo que ocurrió y a diferencia de lo que nos enseña la ciencia ficción, cuando regreso a mi tiempo, nada ha cambiado. Vuelvo a mi era y a mi presente sin que nada haya cambiado.


Entonces, ¿Sirve de algo volver al pasado si no puedo cambiar nada de mi historia?

La verdad es que más allá de volver a mi cuerpo de mujer de 17 años y revivir experiencias de nada más me sirve.

Me ha ayudado como digo yo a "parar" mi propio tiempo, a utilizar estos viajes como una cápsula del tiempo con la que poder estudiar para un examen difícil, leer o pensar largo y tendido antes de tomar una decisión. Porque por muchas cosas que cambié, y te aseguro cambié multitud de cosas, nada, absolutamente nada en mi presente, ha cambiado.


Por lo que tengo este poder, esta habilidad y de nada me sirve. No envejezco ni más rápido ni más despacio. Mi cabeza no va a estallar por recordar hechos de una nueva linea temporal alternativa. La gente de mi alrededor me conoce y aquellas personas que conocí volviendo atrás, no saben ni que existo. De hecho, en una ocasión me obsesioné con un ex novio y utilizaba los viajes para revivir las experiencias juntos. Pero al final me terminé dando cuenta yo sola por qué me dejó, ya que yo vuelvo atrás siendo quien soy en el presente y aunque volviera a ese tiempo, el mío seguía su curso. Ni para trastornarme sirve.


Así que si lees esto y por algún casual eres de una línea temporal distinta o de una realidad alternativa te doy las gracias por haberme enseñado que se puede utilizar el tiempo del pasado para cambiar o avanzar en el presente, pero que de nada vale cambiar lo pasado porque ya forma parte de nosotros.

El pasado es pasado y al presente se le llama así porque es un regalo.

Atte:

Lex   
2131 D.C.