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jueves, 12 de octubre de 2017

La sobrevida

La sobrevida está llena de pruebas y retos. Unos fáciles, otros difíciles, otros son invisibles y otros no queremos verlos. 
Somos nosotros quiénes elegimos como afrontarlos: luchando contra ellos y ganando; resistiendo y que sean ellos los que se rindan; aprendiendo a ver los que no podemos ver o girando el cuello para no ver los que tenemos más cerca.
¿Pero por qué decidimos huir? ¿Por qué huir si sabemos que no es una solución? ¿Por qué girar el cuello y poner la mejilla en lugar de apretar los dientes y avanzar?
¿Qué sentido tiene aparentar que todo va bien? En la sobrevida nada va bien. Pero eso no significa que vaya mal. Significa que va. 
¿Te parece poco? 
Saber que algo avanza significa que aprendemos, que conocemos, que vemos. 
Entonces si la sobrevida va ¿Por qué no queremos ver donde?
¿Tanto miedo hay a lo malo que sabemos que puede pasar, que en lugar de optar por la revolución optamos por la sumisión? Y no hablo de trivializar y reducir un problema porque eso, eso es revolución.
Y no hablo de no dar importancia a algo porque quizás no deba tenerla.
Hablo de rendirte al resultado, ser el cuervo que saca tus propios ojos. 
Ojos que no ven corazón que no siente es una mentira más de la sobrevida. Es una más de sus pruebas y la más difícil de superar de todas. Los ojos siempre han de ver y nosotros seremos capaces de gestionar porque al fin y al cabo, la sobrevida eres tú y tu eres la sobrevida y por eso hay que sobrevivirla. 



Últimamente sólo escribo frases o poemas cortos y esto no deja de ser un diálogo más en mi cabeza.

4 comentarios:

  1. A veces puede que no sea una huida o una sumisión, si no otro camino.
    Ante un problema duro, uno no siempre puede luchar de frente porque es darse contra un muro, ni tampoco puede recordarlo o tenerlo presente constantemente miestras intenta resurgir de él. Removerlo solo provocará más dolor y sería un agotamiento psicológico continuo que no nos permitiría avanzar.
    Ante la caída uno necesita levantarse, colocar a un lado el problema y construir un nuevo camino, encontrando cosas nuevas que nos hagan felices.
    No todos los problemas dependen solo de uno mismo, quizá dependa de la decisión de otro o incluso del razonamiento de varios.
    Tenemos que aprender a ser pacientes porque la gente necesita diferentes tiempos para razonar, asumir, asimilar, recapacitar... Y ya no te cuento para sacar valor de afirmar que estaban equivocados y disculparse.
    Quizá pienses que esperar a que los que tienen que hacer estas cosas sea sumisión o conformismo pero no es así. En esa construcción de tu nuevo camino, vas tomando decisiones, que anularán las de los otros o harán que las tengan que volver a cambiar. Es otra manera de afrontar tu parte implicada.

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    1. Estoy de acuerdo en todo lo que dices. Por eso diría que no has terminado de entender lo que he querido transmitir o no lo he sabido hacer yo, esto de escribir es más complicado de lo que parece.
      No hablo de que no haya que caer, porque para caer has tenido que luchar u oponer resistencia. No hablo de que todo se tenga que ganar. Hablo de esas veces que sabemos que algo va mal y nos da igual. Giramos la cara y miramos para otro lado, evitamos ver el mal que nos causa, por el mero hecho de no atrevernos muchas veces a atacar un problema cuando era pequeño y lógicamente crece y se hace más difícil de afrontar.
      Una actitud pasiva, de espera o resistencia, sigue siendo una actitud y cada uno somos un reloj y tenemos nuestro tiempo. El problema es cuando te falta la marca de las 3 y no quieres ver que te falta esa marca. El reloj avanza pero hay algo que va mal y no lo queremos ver.

      Gracias por comentar ^^

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  2. El mal entendido no viene por tus palabras si no desde la diferente situación en la que estamos pensando al escribirlo.
    Además de que hablamos de dos lados diferentes desde el que caya cuando las cosas son pequeñas y desde al que le estalla porque nadie le dijo nada cuando el problema era pequeño.
    Como bien dices eso es la falta de valor.
    Gracias por hacerme reflexionar y ver el otro lado que me faltaba.

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    1. Es un placer y siempre ha sido el objetivo transmitir mis pensamientos y hacer que la gente que lo lea reflexiones con lo que escribo.

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