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lunes, 10 de diciembre de 2012

Date a conocer

Largas noches para conocer nuevos idiomas.

Cuándo empiezas a conocer gente nueva, siempre hay ojos para todos: miradas de indiferencia, miradas de alegría, miradas de complicidad, miradas de atracción, miradas amorosas, miradas de futuro...
Hay una forma de ver a cada persona que "conoces". Aunque realmente, que te presenten a alguien no es conocer a esa persona.
Conocer es saber, y para saber hay que preguntar, y para preguntar hay que hablar. Y es así, cuándo hablas con la gente les conoces, de algunos te hartas pronto, de otros sólo quieres saber quien son, con otros sientes que sabes suficiente y con otros es como si lo supierais todo el uno del otro. Pero hay otros con los que siempre quieres hablar, siempre quieres preguntar, siempre quieres saber, siempre quieres conocer. Esa gente que cambia tu forma de mirar y de ver.
La pequeña persona insignificante que pasaba desapercibida, de repente se vuelve el mayor gigante al que todo el mundo ve. A la mañana siguiente, a quien solo mirabas alegremente, ahora le miras de forma pasional, al que veías con ojos amorosos, pasa a ser insignificante. Todo se puede dar de un momento a otro.
Cada persona es diferente y especial. Pero la forma de verles, solo es diferente y especial cuando te molestas en conocer el idioma en el que hablan, los gestos con los que se expresan y los ojos con que te ven. Al fin y al cabo tú eres la mirada cómplice, la mirada atractiva, la mirada insignificante o la mirada alegre de otra persona.

Lo importante no es qué hacemos ver, sino que hagamos porque vean más allá.

5 comentarios:

  1. Me ha gustado este entrada, pero... ¿No piensas que es demasiado utópico lo que has escrito? Es decir, somos una sociedad basada en prejuicios, tanto físicos como mentales, entre los que nos incluyo... Realmente pienso que exhaltas una forma de conseguir una aceptación, de tener que preocuparte de mostrarte tal y como eres para evitar el yugo de la crítica, y sinceramente, pienso que el encanto es esconder más de lo que hablas/actúas, por el simple motivo de que cuando se encuentra una persona especial para uno mismo, sin mover un solo músculo del cuerpo, esa persona es capaz de conocerte, por la simple compenetración que aporta un "igual". ¿De que te sirve que te conozca el ojo mediocre que se encaya en la crítica, cuando puedes vivir la apasionante aventura de dejar que te descubran las personas que realmente tienes interés en que te conozcan? Eso en la mayoría de los casos se sabe solo con una mirada.

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  2. La verdad, no lo considero utópico, cuando se empieza a tener un poco de cabeza y a ver las cosas más como son, no te paras a pensar en el coche que tiene tu vecino, en lo sumamente guapa que es la chica de tu clase o en lo friki, gordo y feo que es aquel chaval. Sino que te molestas en conocer a la gente y ver que te pueden aportar, como bien digo en la entrada, puede que de unos te canses pronto y de otros no te canses jamás. Yo suelo ser una persona que me molesto en conocer a la gente y soy nulo cuando hablamos de prejuicios.
    Y estoy de acuerdo en cuanto a la existencia de una persona con la que te compenetras totalmente, pero: Pudiendo encontrar a muchas personas con las que al menos tener cosas en común o compartir ideas, a través de darte a conocer, ¿Por qué esperar a que aparezca ese fugaz flechazo? ¿Por que no atreverte a conocer tú a los demás abriéndote primero?

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  3. No me refería a prejuzgar a nivel consciente, ya que como tú bien dices, cuando uno alcanza una madurez mental y emocional, los prejuicios se quedan en el equivalente del hueco de debajo de la escalera en nuestra mente. Pero pienso que a un nivel incosciente, estamos prejuzgando continuamente, y aunque conozco casos de gente que ha conseguido incluso eliminar esa aptitud a nivel inconsciente, no suele ser así. Si es tu caso, me dejas anonadado, porque es algo muy difícil de conseguir.
    Piensa por un momento, que en la situación que me has propuesto de la clase, el primer día que fueras, probablemente (generalizando un poco), tuvieras primeras impresiones de personas que te llamaron la atención tanto para bien o como para mal , y de una forma u otra te haces una pequeña imagen mental de cómo podría ser esa persona, y automaticamente tus sinapsis se convierten en correveydiles que empiezan a "comerciar" con conjeturas y supuestos, aunque luego, como has dicho tu, no te quedes con esa impresión y te preocupes por conocer a la persona que hay tras unos kilos de más, un silencio, o una cara poco agraciada.
    A lo que realmente me refiero, es que pienso que una vez superada la actitud que has expuesto tú de prejuzgar conscientemente y de dejar que tu cerebro es el que plasme la realidad de esa persona (una frase un poco poética y kantiana, ¿No crees? jajaja), aún queda un gran número de personas, que a pesar de tener esa madurez suficiente para no caer en el prejuicio consciente, pecan de caer en el inconsciente, activándose así un mecanismo que sin saber realmente por qué, te hace presentarte reacio a la posibilidad de conocer a esa persona. Creo que es algo implícito en nuestra naturaleza (por diversos motivos), y que a pesar de estar refiriéndome a personas maduras y "adultas", la gran mayoría no son capaces de erradicar esa criba inconsciente como tú, y sin saber realmente el motivo, ya hay algo de ellos que les condiciona de algún modo negativo a la hora de conocer a una persona que se sale de lo establecido o correcto en su forma de ver las cosas, y muchas veces esa percepción es tan fuerte, que evita que incluso les demos una oportunidad. Más o menos un ejemplo (porque no sé si me he explicado bien, que ando algo espeso hoy) las típicas personas que siempre te acaban comentando -Fulanito no me cae bien, y realmente no le conozco-. Por eso pienso que realmente es una utopía para el ser humano medio, el que todos conocieramos a las personas sin absolutamente ningún condicionamiento previo (ya sea que nos impida conocerlas, o que tengas unas expectativas negativas en esa persona cuando empezamos a saber más).

    Por eso, porque pienso que siempre, en un alto porcentaje, la sociedad se rige por prejuicios tanto a nivel consciente como subconsciente, es muy "arriegado" tu forma de ver la vida que se basa en que todo el munda de primeras se abra con todo el mundo, porque tu estás desprotegido totalmente, y no sabes a que tipo de persona te "enfrentas" ni si está manchada por la tinta de los prejuicios y eso aporta una inseguridad en las personas en general, que se mantienen recelosas observándose unas a otras sin emitir ningun fonema por sus bocas. Pero porsupuesto, recalco que ojalá la sociedad fuese como tu dices, u ojalá llegue a ser así algún día. Será un pequeño paso para nuestras cuerdas vocales, pero un gran paso para la apertura mental y el avance del ser humano como especie.

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  4. Enorme comentario ^^ Con enorme me refiero a grandilocuente.
    La verdad es que esto es el modo que tengo yo de ver las cosas, y si, es bastante utópico en cierto modo, pero porque en contraposición a kant y haciendo una breve alusión a Nietzsche, este mundo se rige por una moral de rebaños, donde pensar por ti mismo esta infravalorado, el hecho de caer bien y formar parte de lo común, pasar desapercibido, muchas veces es lo que la gente realmente quiera.
    Y apoyándote en cierta manera, en esos "prejuicios inconscientes" si conozco gente que de forma involuntaria se siente contrariada a tratar con cierta gente. Se siente como condicionada o coaccionada, y no se por que.
    Pero bueno, al fin y al cabo lo que propongo son formas de mejorar, de hacernos ver que con poco, aunque pueda parecer difícil todo el mundo sería más feliz. Yo soy muy extrovertido, pero hay que diferenciar entre abrirte y darte a conocer y confiar y hacer de confidente.
    Hay gente tímida que le cuesta darse a conocer pero no le importa conocer a gente, sólo necesitan un empujoncito, ver que la otra persona se quiere dar a conocer y quiere saber de ti,

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  5. Estoy totalmente de acuerdo contigo (bueno, con Nietzsche jajaj) con respecto al punto de la moral de rebaños, porque considero que se está perdiendo una parte del "individualismo", que como ahora sí dices tú y no Nietzsche, es muy beneficiosa para el ser humano, y es que para mi las relaciones sociales de cualquier tipo, son una de las experiencias más enriquecedoras que cualquier persona puede tener, como por ejemplo por el enriquecimiento que supone en el ámbito del conocimiento y el cultural, como vehículo para superar precisamente lo que has venido a criticar en este entrada y que suele ir de la mano con odios a la diferencia (raza, religión, sexo, orientación sexual, etc), como por incluso fines materiales como el tener contactos de cara un puesto laboral o un viaje, y por su puesto, todo lo anteriormente dicho sumado a otros factores, son rios y lagos que fluyen por nuestras mentes, cuerpos, y almas, hasta desembocan en el que considero el fin último del ser humano, que efectivamente es el océano de felicidad en el que tanto anhelamos perdernos.

    PD: Si como me has dicho, tu propósito es tratar de ayudar a los demás o proponer formas de mejorar como tú lo llamas para alcanzar la felicidad, me parece una iniciativa MUY admirable, de verdad. Ah, y gracias por el halago inicial, da gusto encontrarse por sitios a los que quizá de primeras entras de casualidad, con personas que tienen en continuo movimiento su materia gris, que tienen una iniciativa, al menos en éste caso (aunque he visto alguno más escudriñando por tu blog) tan bonita, y que tengan cierta cultura y dominio de la pluma (en el sentido más antiguo de la expresión, claro está jajaja)

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